jueves, 31 de diciembre de 2015

Sarah Emma Edmonds - Biografía de una Espía de Lincoln

Grabado de Emma Edmonds realizado por Coo E. Perine










Sarah Emma Edmonds, nació en Magaguadavic, Colonia de Nueva Brunswick en el Canadá Británico, en diciembre de 1841. Se interesó por la vida de aventuras tras leer la novela "Fanny Campbell, una Capitana Pirata".
Durante la Guerra Civil, también conocida como Guerra de Seseción, se enlistó en el 2o. Regimiento de Infantería de Michigan, con el nombre de Franklin Flint Thompson. Durante ese período las revisiones médicas no eran muy acuciosas, por lo cual ingresó al Ejército de la Unión sin ser descubierta, siendo asignada a una unidad médica como enfermero. Sirvió al mando del general McClellan y participó en la Primera y Segunda Batalla de Bull Run, Antietam, Vicksburg y otras.
Presidente Lincoln junto a sus generales

El giro a su carrera militar se dió cuando un espía de la Unión fue descubierto en Richmond (Capital de los Estados Confederados del Sur) siendo juzgado y fusilado y un amigo suyo, James Vesey, fue emboscado y asesinado. Decidida a vengar a su amigo, Emma, logró ser aceptada como espía.

Para cruzar las líneas sudistas utilizó distintas argucias. Una fue cortar su cabello al rape y teñir su cuerpo con nitrato de plata, para ennegrecerlo y aparentar ser un hombre. Eso, más la ropa adecuada le permitió entrar al Sur sin problema, bajo el nombre de Cuff.

Tras muchos sacrificios logró llegar a Yorktown, donde fue ubicada para trabajar en un camino. Agotada, pues no tenía costumbre de realizar actividad física, se dedicó a dibujar donde estaban todas las defensas, fortificaciones, puestos de artillería, etc. Sin embargo, el duro trabajo la hizo sudar en exceso y la mezcla de nitrato de plata comenzó a salirse, quedando con manchas blancas en distintas partes del cuerpo, por lo que el resto de los negros que trabajaban con ella pensaron que tenía una peste y la aislaron. Para evitar problemas se volvió a pintar el cuerpo con sumo cuidado para evitar ser descubierta. Al pasar unos días fue designada para realizar guardia nocturna, momento que aprovechó para fugarse y volver al Norte con sus reportes. El rifle que robó al Sur en esa ocasión está guardado en el Museo de Washington.
En otra oportunidad se disfrazó como irlandesa, bajo el nombre de Bridget O'Shea, dedicándose a vender panes, tortas y sopa a los soldados.

Mientras vendía sus productos escuchaba atentamente las conversaciones de los soldados para luego anotar cualquier dato militar importante. Al pasar el río Chickahominy se encontró con una cabaña, lugar ideal para una emboscada, por lo que se acercó con mucho sigilo. Sólo sintió un débil quejido, por lo que decidió entrar. Ahí, en la oscuridad, encontró a un soldado sureño que se estaba desangrando por las numerosas heridas que tenía. Al haber servido como enfermero sabía atender bien a los heridos, por lo que limpió las heridas del enfermo y le dió agua y algo de comer. El pobre soldado llevaba cinco días sin probar bocado. Sin embargo, pese a la esmerada atención, el soldado se sintió cercano a su muerte y le pidió a Emma que sacara un reloj que llevaba en su pecho y se lo diera al mayor McKee. Luego, murió en sus brazos. Emma se sintió triste por la muerte del soldado, pero también comprendió que el reloj era su salvoconducto para ingresar más hacia el Sur. Siguió su camino y en todos los puestos sureños que encontraba, narraba la historia del soldado y su último deseo de que el reloj fuera entregado al mayor McKee. Fue bien recibida en todas partes y generalmente invitada a compartir el alimento de los soldados quienes no sólo le informaban sobre la ubicación del mayor, sino además, los próximos movimientos de sus batallones y otros datos de gran valor militar.

Tras pocos días de cabalgar logró llegar con el mayor McKee y entregarle el reloj. Este, después de escuchar toda la narración y muy conmovido le dijo que el soldado fallecido era su mejor amigo. Emma, como gesto de buena voluntad, se ofreció para llevar al mayor donde se encontraba el cuerpo de su amigo para que le pudiera dar una cristiana sepultura. La idea fue muy del agrado del mayor y éste le dió una pequeña escolta de dos soldados para que la acompañaran y enterraran a su amigo. Con ello, Emma, apenas vió la ocasión escapó hacia el Norte.
En otra oportunidad decidió "trabajar para el Sur", esta vez como lavandera negra. La suerte estuvo de su lado y al ir a lavar una chaqueta de un oficial encontró un paquete de papeles de gran importancia militar. Inmediatamente escapó hacia el Norte con los documentos, los cuales fueron una delicia para los generales.
Por último logró llegar al Sur disfrazada de hombre y se hizo pasar por detective, trabajando en la ciudad de Maryland bajo el alias de Charles Mayberry cuyo trabajo era buscar espías del Norte infiltrados en la ciudad.
La carrera militar de Emma, bajo el alias de Frank Thompson terminó cuando se enfermó de malaria. Temerosa de ser descubierta como mujer, decidió tratarse por sus medios en un hospital privado. Al estar recuperada quiso volver a su vida militar, pero vió carteles que indicaban que se buscaba a Frank Thompson como desertor. En lugar de buscar su retorno al ejército bajo otro alias, o incluso como Frank Thompson, donde arriesgaba ser ejecutada bajo el cargo de desersión, prefirió ingresar como enfermera en el hospital de Washington D.C. para soldados heridos y que era atendido por la Comisión Cristiana de Estados Unidos.
En 1864 los editores de Boston DeWolfe, Fiske & Co. publicaron las experiencias militares de Emma, bajo el título de "Una Mujer Espía del Ejército de la Unión". Al año siguiente su historia fua tomada por el editor Hartford, Ct y con el nuevo título de "Enfermera y Espía en el Ejército de la Unión" logró un éxito de ventas, logrando cifras cercanas a los 175.000 ejemplares.
Se casó en 1867 con el mecánico canadiense L.H. Seelye, con quien tuvo tres hijos. En 1886, y considerando los buenos testimonios sobre su eficiencia y valor en el combate, dado por algunos ex-compañeros que habían servido con ella, logró que le dieran una pensión de doce dólares al mes por su tiempo de servicio y tras un breve proceso el cargo de desersión fue abandonado logrando que se le diera una baja honorable. En 1897, se transformó en la primera y única mujer en ser admitida en el Gran Ejército de la República, organización de los veteranos de la Guerra Civil.
Emma Edmonds falleció en La Porte, Texas en 1898, a los 56 años. Fue enterrada en el Cementerio Washington de Houston en la sección destinada a las fuerzas armadas.
En 1992 fue integrada al Salón Femenino de la Fama de Michigan y en 1999 sus memorias fueron reeditadas, esta vez con el nombre de "Memorias de una Soldado, Enfermera y Espía"
Referencias tomadas de Wikipedia y de un artículo en la revista Mampato de 1969. Dibujos de Eduardo Armstrong. Si alguien se interesa por el libro de Emma, existe una versión online EN INGLES en este link:

http://quod.lib.umich.edu/m/moa/ABV2963.0001.001?rgn=main;view=fulltext

No hay comentarios:

Publicar un comentario